Si su cadera ha resultado dañada por artritis, una fractura u otras afecciones, las actividades comunes como caminar o sentarse y levantarse de una silla pueden resultar dolorosas y difíciles. Es posible que tenga la cadera rígida y que le resulte difícil ponerse los zapatos y los calcetines. Incluso puedes sentirte incómodo mientras descansas. Si los medicamentos, los cambios en sus actividades cotidianas y el uso de soportes para caminar no alivian adecuadamente sus síntomas, puede considerar la cirugía de reemplazo de cadera. La cirugía de reemplazo de cadera es un procedimiento seguro y eficaz que puede aliviar el dolor, aumentar el movimiento y ayudarle a volver a disfrutar de las actividades cotidianas normales. Realizada por primera vez en 1960, la cirugía de reemplazo de cadera es una de las operaciones más exitosas de toda la medicina. Desde 1960, las mejoras en las técnicas y la tecnología quirúrgica de reemplazo de articulaciones han aumentado considerablemente la eficacia del reemplazo total de cadera. Según la Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención Médica, cada año se realizan más de 300.000 reemplazos totales de cadera en los Estados Unidos.