Anusha Polampelli
La enfermedad de Wilson es una enfermedad hereditaria en la que se acumula un exceso de cobre en el cuerpo. Los síntomas suelen estar relacionados con el cerebro y el hígado. Los síntomas relacionados con el hígado incluyen vómitos, debilidad, acumulación de líquido en el abdomen, hinchazón de las piernas, piel xantosa y sensación cutánea. Los síntomas relacionados con el cerebro incluyen temblores, rigidez muscular, dificultad para hablar, cambios de humor, ansiedad y trastornos mentales. La enfermedad de Wilson está causada por una mutación en el factor de la supermolécula de la enfermedad de Wilson (ATP7B). Esta supermolécula transporta el exceso de cobre a la bilis, donde se excreta en los productos de desecho. La
enfermedad es cromosómica recesiva; para que una persona la padezca, debe heredar una copia mutada del factor de cada uno de los miembros de la familia. El diagnóstico puede ser difícil y, a menudo, implica una combinación de análisis de sangre, pruebas de orina y un ensayo de diagnóstico hepático. También se pueden realizar pruebas genéticas para examinar a los miembros de la familia de los afectados. La enfermedad de Wilson suele tratarse con cambios en la dieta y medicamentos. Los cambios en la dieta implican la ingestión de una dieta baja en cobre y no el uso de utensilios de cocina de cobre. Los medicamentos utilizados incluyen agentes quelantes como la trientina y la d-penicilamina y suplementos de hierro. Las complicaciones de la enfermedad hereditaria incluirán insuficiencia hepática, carcinoma y problemas de los órganos urinarios. Un trasplante de hígado también puede ser útil en aquellos en los que otros tratamientos
no parecen ser efectivos o si se produce insuficiencia hepática. La enfermedad de Wilson se presenta en aproximadamente una de cada 30.000 personas. Los síntomas suelen comenzar entre los cinco y los 35 años. Fue descrita por primera vez en 1854 por el médico alemán Friedrich Theodor von Frerichs y se conoce como el médico británico Samuel Wilson. Los principales sitios de acumulación de cobre son el hígado y el cerebro, por lo que los síntomas de la enfermedad y los medicamentos son las principales opciones que facilitan el diagnóstico. Las personas con problemas hepáticos tienden a volver a la atención médica antes, generalmente cuando son niños o adolescentes, que
las personas con síntomas de la enfermedad y los medicamentos, que tienden a tener entre veinte y treinta años o más. Algunos son conocidos únicamente porque a sus familiares se
les diagnosticó la enfermedad de Wilson; muchos de ellos, una vez examinados, terminan
experimentando síntomas de la enfermedad pero no han
recibido un diagnóstico.