Es una subdisciplina de la proteómica que implica la aplicación de tecnologías de proteínas en aspectos clínicos, como biomarcadores, para ver cómo responde el cuerpo a la predicción terapéutica. La proteómica clínica abarca todo lo relacionado, desde la modificación de proteínas normales hasta la proteómica traslacional. La proteómica clínica también puede ser una herramienta poderosa para identificar genes que causan enfermedades y comprender el potencial para desarrollar mejores pruebas de diagnóstico y pronóstico, identificar posibles nuevos objetivos terapéuticos y avanzar hacia una terapia individualizada para el paciente.