Los trastornos óseos y minerales ocurren cuando los riñones no logran mantener niveles adecuados de calcio y fósforo en la sangre. Pueden estar asociados a trastornos endocrinos, enfermedades renales crónicas, deficiencias nutricionales o trastornos metabólicos. Cuando los riñones no logran mantener los niveles adecuados de calcio y fósforo en la sangre, se producen niveles anormales de hormonas óseas. Este es un problema común en personas con enfermedad renal y afecta a casi todos los pacientes que reciben diálisis. Esto es más grave en los niños porque sus huesos aún están en crecimiento. La afección ralentiza el crecimiento óseo y provoca deformidades. Una de esas deformidades ocurre cuando las piernas se doblan hacia adentro una hacia la otra o hacia afuera alejándose una de la otra; esta deformidad se conoce como "raquitismo renal". Otra complicación grave es la baja estatura. Los síntomas se pueden observar en niños en crecimiento con enfermedad renal incluso antes de comenzar la diálisis. En los adultos sanos, el tejido óseo se remodela y reconstruye continuamente. Los riñones desempeñan un papel importante en el mantenimiento de una masa y estructura ósea saludables porque una de sus funciones es equilibrar los niveles de calcio y fósforo en la sangre y garantizar que la vitamina D que una persona recibe de la luz solar y los alimentos se active.