La hiperglucemia se refiere a niveles crónicamente altos de glucosa en sangre. La hipoglucemia se refiere a niveles peligrosamente bajos de glucosa en sangre que caen por debajo de 70 mg/dL. Es una complicación aguda de la diabetes y ocurre en personas que usan insulina. La hiperglucemia persistente puede causar una amplia gama de complicaciones crónicas que afectan a casi todos los sistemas del cuerpo. Cuando los vasos sanguíneos grandes se ven afectados, puede provocar: Accidente cerebrovascular (enfermedad vascular cerebral), Infarto de miocardio o Insuficiencia cardíaca congestiva (enfermedad coronaria), Trastornos de la circulación y posible amputación (enfermedad vascular periférica). Los síntomas de hipoglucemia incluyen los siguientes: sudoración, pulso rápido, temblores, mareos, debilidad, disminución de la coordinación, dificultad para concentrarse, visión borrosa, dolor de cabeza, dificultad para realizar tareas rutinarias. Si la hipoglucemia no se trata inmediatamente, puede provocar: confusión y desorientación graves, pérdida del conocimiento, convulsiones, coma y muerte.