La recopilación de pruebas digitales es un proceso altamente disciplinado en el que la repetibilidad y la precisión son cruciales para que las pruebas sean admisibles en los tribunales. Aquí se aprende cómo preservar la integridad de la evidencia digital; extraer datos activos, estáticos y eliminados de diversos medios; y documentar y presentar minuciosamente sus hallazgos.
Las herramientas y técnicas de la ciencia forense digital también se aplican en situaciones en las que los datos están en constante movimiento, como al reconocer y responder a intrusiones en la red informática de una empresa, o al recuperar datos de dispositivos digitales de pequeña escala, como teléfonos móviles y PDA.
La evidencia digital se asocia comúnmente con delitos electrónicos, o delitos electrónicos, como la pornografía infantil o el fraude con tarjetas de crédito. Sin embargo, las pruebas digitales se utilizan ahora para procesar todo tipo de delitos, no sólo los delitos electrónicos. Por ejemplo, los archivos de correo electrónico o teléfono móvil de los sospechosos pueden contener pruebas críticas sobre su intención, su paradero en el momento del delito y su relación con otros sospechosos.
En un esfuerzo por combatir el delito electrónico y recopilar pruebas digitales pertinentes para todos los delitos, los organismos encargados de hacer cumplir la ley están incorporando en su infraestructura la recopilación y el análisis de pruebas digitales, también conocida como informática forense. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley se enfrentan al desafío de capacitar a los agentes para recopilar pruebas digitales y mantenerse al día con las tecnologías en rápida evolución, como los sistemas operativos informáticos.
El Programa de Delitos Electrónicos del NIJ, que incluye el Centro de Excelencia en Delitos Electrónicos, apoya el desarrollo de herramientas para ayudar a las autoridades estatales y locales a combatir el delito electrónico y recopilar pruebas digitales. El programa tiene cinco áreas de enfoque principales: