El crecimiento de la Neuropsicología Forense es un resultado directo del crecimiento en el campo de la neuropsicología clínica. Durante los últimos 40 años, la neuropsicología clínica ha establecido principios de las relaciones cerebro-conducta y metodologías válidas y confiables para medir estas relaciones. Estos principios y metodologías permiten a los neuropsicólogos clínicos proporcionar al juez de hechos información especializada para su uso en el proceso de toma de decisiones legales. El testimonio neuropsicológico tiene buena aceptación en los tribunales. En una revisión de 200 casos de tribunales de apelación en la década de 1980, Richardson y Adams (1992) encontraron que las decisiones en todas las jurisdicciones defendían el derecho de un neuropsicólogo clínico a testificar sobre la presencia de disfunción cerebral.
En contraste con la aparente unanimidad respecto de la capacidad de un neuropsicólogo para testificar sobre la presencia de una disfunción cerebral, ha habido menos aceptación de la capacidad del neuropsicólogo clínico para testificar sobre la causa de la disfunción cerebral. No obstante, Richardson y Adams encontraron que 9 de 11 jurisdicciones permitían el testimonio neuropsicológico sobre la causalidad. Normalmente, se han cuestionado los testimonios neuropsicológicos basándose en que los psicólogos no son médicos y que la determinación causal del daño cerebral es una cuestión médica.
Se puede recurrir a los neuropsicólogos clínicos para que ayuden en casos tanto penales como civiles. Independientemente del ámbito legal, la responsabilidad principal del neuropsicólogo clínico que participa en el trabajo forense es proporcionar información basada en principios neuropsicológicos científicamente validados y metodología clínica que sea pertinente a la cuestión forense en cuestión. Comúnmente, en una evaluación neuropsicológica forense se utiliza una batería de pruebas para evaluar las funciones neurocognitivas con el fin de responder a estas preguntas. Diferentes neuropsicólogos pueden construir sus baterías a partir de diferentes selecciones de pruebas. Algunas baterías se componen según las quejas que presenta el paciente y la pregunta de derivación. Otros neuropsicólogos comienzan con un conjunto específico de pruebas, que rara vez se desvían de esta selección, aunque a menudo complementan la batería básica. Independientemente del enfoque que se utilice, los resultados de la batería de pruebas suelen formar la base principal del testimonio neuropsicológico al responder las preguntas forenses.