La ética empresarial es el estudio de políticas y prácticas comerciales adecuadas con respecto a cuestiones potencialmente controvertidas, como la gobernanza corporativa, el uso de información privilegiada, el soborno, la discriminación, la responsabilidad social corporativa y las responsabilidades fiduciarias. La ética empresarial se implementa para garantizar que exista un cierto nivel requerido de confianza entre los consumidores y las diversas formas de participantes del mercado con las empresas. Por ejemplo, un gestor de cartera debe dar la misma consideración a las carteras de miembros de la familia y a los pequeños inversores individuales. Estas prácticas garantizan que el público reciba un trato justo. Una empresa también debe seguir códigos de prácticas pertinentes que cubran su sector. Muchas empresas han creado códigos de prácticas voluntarios que regulan las prácticas en su sector industrial. A menudo se elaboran en consulta con gobiernos, empleados, comunidades locales y otras partes interesadas.