El inmunodiagnóstico es una metodología de diagnóstico que utiliza una reacción antígeno-anticuerpo como principal medio de detección. El concepto de utilizar la inmunología como herramienta de diagnóstico se introdujo en 1960 como una prueba de insulina sérica. Las pruebas de inmunodiagnóstico utilizan anticuerpos como reactivos cuyos resultados se utilizan para ayudar al diagnóstico y son ampliamente utilizados en muchas disciplinas científicas. Quizás el uso más extendido y evidente sea el de las aplicaciones clínicas, pero las pruebas de inmunodiagnóstico también se utilizan en otros campos como la ciencia forense y el análisis ambiental y alimentario. Los diferentes tipos de pruebas van desde métodos manuales simples hasta sistemas totalmente automatizados con detección integrada sofisticada.