Gravito-Soares M, Gravito-Soares E, Almeida N y Tomé L
Mujer de 80 años con gastrostomía endoscópica percutánea (PEG) 20Fr desde hace 3 años por disfagia post-ictus. Refería vómitos y dolor abdominal recurrente desde hacía 2 meses. Los análisis no mostraron nada destacable. La radiografía simple de abdomen reveló niveles hidroaéreos y distensión de asas intestinales. La TC abdominal mostró engrosamiento concéntrico del antro de naturaleza edematosa, balón de PEG en la primera porción del duodeno sin neumoperitoneo (Figura 1). La PEG era funcional con fácil rotación, pero solo con posible tracción hasta la marca de 7 cm. Tras la aspiración del contenido gástrico, la esofagogastroduodenoscopia mostró migración duodenal del balón de PEG causando obstrucción del drenaje gástrico (Figura 2) y erosiones del bulbo duodenal por traumatismo del balón de PEG. La sonda PEG se reposicionó a nivel de la fístula gastrocutánea luego de desinflar el balón (Figura 3A) y luego se volvió a inflar con 20 mL de agua destilada. Adicionalmente, se colocó un segundo fijador externo a 3,5 cm de la pared abdominal anterior para evitar la recurrencia de esta complicación (Figura 3B). No se verificó recurrencia de migración de la PEG durante 11 meses de seguimiento.