Juhee Ahn
Las infecciones transmitidas por los alimentos siguen siendo un problema de salud pública mundial, con unas 600 millones de personas enfermas cada año. Como resultado, las normas mundiales se están volviendo más estrictas, lo que plantea desafíos para el intercambio de alimentos. Dada la creciente prevalencia de las enfermedades transmitidas por los alimentos, muchos países de la región de Oriente Medio y el Norte de África (MENA) han rediseñado sus leyes alimentarias y han intentado cambios en el diseño jerárquico de sus bases administrativas para mantener o ampliar las actividades de alimentación global, mantener el control sobre los bienes producidos localmente e importados y garantizar la seguridad de los consumidores. Sea como fuere, hasta la fecha, los datos distribuidos sobre los pesos de salud provinciales de las enfermedades transmitidas por los alimentos son excepcionalmente limitados y no está claro si los nuevos cambios servirán para capacidades preventivas basadas en la ciencia y eficaces y para la selección del riesgo que abordan las gestiones. En esta auditoría, resumimos los nuevos problemas de saneamiento y los marcos de control público de alimentos de las naciones seleccionadas en el distrito a pesar de que nos pusimos a prueba con la falta de datos.