Tahsin Fátima
La nutrición adecuada es un factor vital que influye en el crecimiento y la inmunidad. La nutrición es muy esencial durante el embarazo y la infancia, que son períodos críticos para la formación del cerebro, sentando las bases para el desarrollo de las habilidades cognitivas, motoras y socioemocionales durante la infancia y la edad adulta. Ciertos nutrientes tienen un papel fundamental en el desarrollo del cerebro y su deficiencia provoca graves riesgos para la vida. La deficiencia de yodo conduce al cretinismo y otros trastornos neuronales, mientras que la deficiencia de hierro da lugar a funciones mentales, cognitivas, emocionales y conductuales disruptivas. Del mismo modo, la deficiencia de zinc y colina conduce a alteraciones en la atención, la actividad, el comportamiento neuropsicológico y la percepción y construcción de la inteligencia humana respectivamente. Las consecuencias de un estado nutricional inadecuado durante la infancia pueden tener efectos nocivos duraderos en la salud y el rendimiento de los niños durante su edad adulta. Por lo tanto, los niños pequeños necesitan desarrollar hábitos alimentarios saludables junto con algunas actividades físicas en una etapa temprana. Es realmente esencial que los niños consuman todo tipo de nutrientes en su dieta diaria.