Rafael Pilla
Recientemente se ha demostrado que la cetosis nutricional es eficaz contra los trastornos convulsivos y varios trastornos neurológicos agudos/crónicos. Fisiológicamente, la glucosa es el combustible metabólico primario para las células. Sin embargo, muchos trastornos neurodegenerativos se han asociado con un deterioro del transporte/metabolismo de la glucosa y con disfunción mitocondrial, como la enfermedad de Alzheimer/Parkinson, los trastornos convulsivos generales y la lesión cerebral traumática. Los cuerpos cetónicos y los intermediarios del ciclo del ácido tricarboxílico representan combustibles alternativos para el cerebro y pueden eludir los pasos limitantes asociados con el deterioro del metabolismo neuronal de la glucosa. Por lo tanto, la cetosis terapéutica puede considerarse una terapia metabólica al proporcionar sustratos de energía alternativos. Se ha estimado que el cerebro obtiene más del 60% de su energía total de las cetonas cuando la disponibilidad de glucosa es limitada. De hecho, después de períodos prolongados de ayuno o dieta cetogénica (DC), el cuerpo utiliza la energía obtenida de los ácidos grasos libres (AGL) liberados del tejido adiposo. Como el cerebro no puede obtener energía significativa de los ácidos grasos libres, la cetogénesis hepática convierte los ácidos grasos libres en cuerpos cetónicos (hidroxibutirato (BHB) y acetoacetato (AcAc), mientras que un porcentaje de AcAc se descarboxila espontáneamente en acetona. Grandes cantidades.