Charlotte E. Martin, Martin Veysey, Zoe R. Yates y Mark D. Lucock
Vitamina D: genética, medio ambiente y salud
La vitamina D , la “vitamina del sol”, se consideraba un micronutriente que era importante únicamente para el desarrollo, el crecimiento y el mantenimiento de un esqueleto sano. Hoy en día, el riesgo y las consecuencias de la deficiencia de vitamina D se extienden mucho más allá del reconocimiento original de su contribución a enfermedades como el raquitismo en los niños y la osteomalacia en los adultos. Ahora se presta atención a la amplia distribución del receptor de vitamina D en las células y los tejidos, junto con la plétora de diversas acciones biológicas informadas para el calcitriol, la forma activa de la vitamina. Este renacimiento del interés en este micronutriente puede explicar cómo los fenómenos relacionados con la vitamina D pueden modificar el riesgo de una variedad tan grande de enfermedades. Se ha informado que Australia, un continente con una cuota media de luz solar de 3000 horas/año y las tasas de cáncer de piel más altas del mundo, tiene una incidencia creciente de deficiencia de vitamina D en todas las edades de la población. Esto ha llevado a confusión con respecto a las recomendaciones de vitamina D, en particular los requisitos dietéticos y los méritos relativos de la exposición al sol frente a la protección en el contexto del riesgo de cáncer de piel. En esta revisión se examinan los beneficios de la vitamina D para la salud desde una perspectiva molecular, ambiental, evolutiva y sanitaria . Se analizan las tendencias actuales en materia de fortificación con vitamina D y la importancia general de las vitaminas a lo largo del ciclo de vida humano en relación con diversos fenotipos clínicos.